Nos mudamos al otro lado del mundo...

Salir de la comodidad que teniamos fue un desafio mucho mayor que subir al avión para un viaje que en total duró 18 horas. Dejar todo lo que teniamos, familia, amigos, casa, en sintesis una vida toda arreglada, no es fácil, pero a veces es una necesidad. Probarse a uno mismo que, al final con casi 30 años, ya se puede caminar solo no solamente causa una ansiedad muy grande asi como también un miedo terrible. Fue así que con estos sentimientos sumados a una mezcla de tristeza y alegria (algo asi como una salsa agridulce) que nos subimos al vuelo 7350 de Gol que nos llevaria a Buenos Aires. Allí ya teniamos todo arreglado, nos quedamos en un hotel pequeño en San Telmo, se llama Ayres Porteños Tango Suites. El hotel es simpático, nada lujoso, pero bien limpio y la atención es muy buena. Caminamos un poco por las calles angostas de San Telmo, cenamos pasta y nos fuimos a dormir, al final al dia siguiente nos esperaba una jornada y tanto!
Nos despertamos como a las 8, tomamos desayuno y salimos a comprar un adaptador para el enchufe, porque el tipo de enchufe que se usa en Australia es el mismo que usan en Argentina. Cuando volvimos el taxi ya nos esperaba para llevarnos al Aeropuerto de Ezeiza.
Nuestro vuelo, el QF18 de Qantas Airways, despegó con 15 minutos de atraso. El avión, un inmenso 747-400. El viaje, una interminable sentada...
Llegamos a Sydney despues de 15 horas de vuelo, bajarse del avión fue un alivio, no sentia más las nalgas, jajaja. Cuando llegamos a los controles migratorios todo fue sin problemas, mi preocupación estaba en el control de aduanas, al final veniamos con casi 15 kilos de Yerba Mate en las valijas y me dijeron que los Australianos son estrictos con lo que dejan entrar o no a su pais. Bueno, que le hace un pedo al que ya esta cagado pensamos y fuimos. Despues de retirar nuestro equipaje nos dirijimos a los rayos X, y ni bien llegamos a la fila vi un collar de semillas ser confiscado, jajaja, pense que mierda ahi se va la yerba. Asi que nos tocó la vez de pasar por los rayos X y como habiamos hecho la declaración el oficial de aduana nos preguntó que traiamos, yerba le dije y adelante me dijo... QUE FELICIDAD!
Despachamos nuestras valijas denuevo y tomamos el avión con destino a Brisbane. Estabamos destruidos, creo que fue el vuelo corto más largo de mi vida, no llegabamos nunca. A las 21:00 el avión aterrizó en Brisbane, al fin estabamos en nuestra nueva casa...